Narciso Blaya ha participado en los talleres del proyecto COASTAL para contarnos su proyecto de recuperar las salinas de Marchamalo.
Cuéntanos algo sobre ti
Soy hijo de pescadores del Mar Menor, dueño de una empresa de pesca y de un pequeño taller de náutica ubicados en La Maga del Mar Menor. Soy amante de la naturaleza, del Mar Menor y tengo una gran implicación en un desarrollo económico sostenible de la zona, con la creencia que el aprovechamiento de los valores naturales y culturales de la zona y de nuestros ancestros tienen un alto valor socio económico y cultural con un gran atractivo para un turismo de calidad.
¿Cómo puede este proyecto ayudar a promover un modelo de turismo de naturaleza y cultural más sostenible en el Mar Menor?
El proyecto contempla iniciar la producción de sal para proveerse de medios económicos propios, proseguir con la recuperación de los edificios existentes para albergar diferentes proyectos de turismo sostenible, tales como:
1) ofertas eco medicinales, baños de aguas con altos grado de magnesio, lodos recuperativos, masajes, tratamientos medicinales, etc.
2) ofertas didáctico culturales y ambientales en relación a la producción de sal, la elaboración de productos característicos de las explotaciones salineras y la divulgación de sus diferentes hábitats, incluyendo su fauna y flora terrestre y marina;
3) actividades de estudio y divulgación del patrimonio cultural ancestral que representan las salinas de Marchamalo; su entorno; las minas de fenicias existentes en la zona; los sistemas de pesca fenicio árabes como es el Mar Menor en sí, con sus morunas y pantasanas;
4) la recuperación el vivero de Marchamalo, que actuaba como mecanismo regulador de la salinidad y aliviadero de las aguas de lluvia del Mar Menor, anegado en los años 60
La idea es usar como referencia el proyecto de recuperación de la actividad y los edificios elaborado por Paloma de Andrés Ródenas, premio de fin de carrera de arquitectura, con en el trabajo “Arquitectura de la Sal, Recuperación de las Salinas de Marchamalo”, contando con el apoyo técnico de Mariano López Valencia, actual gerente de las salinas de Sanlúcar de Barrameda e hijo de Andrés López, último técnico que modificó, actualizó y rentabilizó las actuales salinas de Marchamalo en los años 60. Cuento también con el interés de diferentes inversores sensibilizados con el proyecto, el apoyo de biólogos de la zona, el apoyo de diversos medios de comunicación, e incluso con el interés manifiesto de miembros de la Comunidad Autónoma en este proyecto.
¿Crees que podrían beneficiarse de tu proyecto los distintos sectores representados en el Mar Menor y Campo de Cartagena?
Se trata de un proyecto empresarial sostenible e integrador, recuperador de la cultura y los valores de la zona, basado en la sostenibilidad económica, medioambiental, social y cultural, proyectado a fomentar un turismo medicinal y educativo desestacionalizado que daría un valor extra a los diferentes sectores de la zona con la creación puesto de trabajos estables y cualificados, apoyado en empresas turísticas ya establecidas y/o de nueva creación como escuelas de vela, de buceo, de pesca deportiva, de turismo náutico cultural, de senderismo, espectáculos y en general, el sector turístico y servicios.
¿Cuáles son los obstáculos para que no se desarrolle el proyecto?
A pesar de todo, no he podido conseguir hasta ahora el consentimiento de la sociedad propietaria actual, habiendo, incluso, planteando a los propietarios la posibilidad de compra de los terrenos. Desde aquí me gustaría hacer un llamamiento a las personas relevantes, que estén interesadas en apoyar esta iniciativa, que no sólo beneficia a las propias salinas, sino al patrimonio cultural y natural del Campo de Cartagena y del Mar Menor.
Fotografía de Nanosanchez – Dominio público, Enlace
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